Consejos para invertir en Bolsa
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- Escrito por José Miguel Bastida
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Desde fepix.com, hemos elaborado unos tips para invertir en Bolsa y hacer trading en los mercados financieros. Todos los consejos han sido obtenidos de las publicaciones que nos han dejado los grandes operadores de la historia del trading, como si de un legado se tratase.
Invertir cuando los mercados no sean portada en los medios de comunicación
Cuando la Bolsa es el principal foco de atención no es un buen momento para iniciar operaciones. Esto es válido tanto cuando las noticias sean buenas como cuando sean malas.
En principio, si la Bolsa es noticia es porque sucede algo que merece la pena que ocupe un hueco en los diarios y en los informativos. Esta situación provoca una gran actividad bursátil. La actividad, a su vez, provoca una gran volatilidad.
No es buen momento entrar en el mercado en períodos de alta voltatilidad, puesto que el mercado puede girarse para de nuevo volver a estabilizarse en el corto plazo. El mercado puede maniobrar de una forma inesperada.
Por otra parte, si la noticia es buena y se supone que el mercado subirá, la gran cantidad de compras es aprovechada por los operadores profesionales para encontrar contrapartida. Esta afirmación cobra mucho sentido tras una clara tendencia alcista. Si la Bolsa se ha revalorizado en unos meses atrás, las buenas noticias pueden suponer el inicio del fin de la tendencia alcista.
En el caso contrario es aún más peligroso. Es posible que el inversor haya oído que cuando se producen malas noticias y parece que todo se hunde es un buen momento para comprar. Esta afirmación en parte es cierta. Tras una caída, la Bolsa se sitúa en unos precios atractivos para comprar. Además, la caída no durará para siempre. Los mercados financieros son un ciclo de alzas y declives.
Sin embargo y según Peter Lynch: Nunca se debe coger un cuchillo cuando está cayendo, porque nos cortaremos. Es posible que el mercado no haya terminado de bajar, o bien, dar el último coletazo a la baja.
Un cuchillo, cuando cae al suelo termina clavándose. Tras esto el cuchillo vibra. Cuando termine de vibrar es el momento de cogerlo.
Con la Bolsa sucede igual, no es buena idea invertir hasta que no tengamos, al menos, una confirmación de que el mercado está terminando de "vibrar". Esto se puede observar cuando el mercado no reacciona ya ante las malas noticias y el gráfico está plasmando un patrón chartista de vuelta o un rango de acumulación.
Tras este movimiento, es posible que las noticias se tornen positivas y el mercado comience a moverse al alza. El momento para invertir es precisamente cuando tengamos una cierta confirmación de que:
- Las noticias negativas no producen apenas reacción en el mercado.
- Observamos en el gráfico un patrón de vuelta.
- El mercado hace movimientos rápidos y violentos al alza.
En este preciso momento, cuando el mercado ya se encuentre en calma después de la voltatilidad sufrida tras el primer impulso (el cuchillo ha dejado de vibrar). Es el momento de iniciar compras. Siempre después de observar cómo reacciona el mercado ante las noticias y tras las mismas, no en el mismo momento.
En otro orden, deberemos vender cuando las buenas noticias no hacen reaccionar al mercado al alza de un modo significativo, se está dibujando un patrón chartista de vuelta (o un rango de distribución) y de nuevo, esperar a que el mercado se encuentre en calma.
La cuestión de todo esto es muy sencilla y está relacionada con tomar decisiones calmadas, sin dejarse llevar por la euforia o el pánico del mercado.
Cuando hacemos trading a corto plazo (day trading) este tip tiene una gran relevancia: No debemos nunca operar con las noticias. La tremenda volatilidad que se genera y la imprevisibilidad que ella produce puede hacernos saltar los stops loss en cualquier momento. Además de esto, el mercado puede girarse.
En ocasiones, las noticias producen un efecto y el mercado inmediatamente después, reacciona en el sentido contrario. Son maniobras de operadores profesionales. ¿Qué pasó con el referéndum del Brexit? Observémoslo en este gráfico del Ibex 35.
Gráfico semanal del Ibex 35 (Fuente: ProRealTime.com)
Observamos que la semana en que se produjo el referéndum sobre la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea se produjo un descenso en el mercado con alta volatilidad. Posteriormente el mercado se recuperó y se sucedió una tendencia alcista.
Recordemos que las noticias nos hacen operar sensibilizados por sus efectos y esto hace que corramos tras el mercado. André Kostolany lo advirtió:
"No hay que correr nunca tras un tranvía y una acción. La próxima llegará con toda seguridad".
André Kostolany
Saber retirarse a tiempo
Aunque el mercado siga subiendo, si observamos alguna anomalía o algún patrón de cambio, no debemos apurar hasta el final. Sobre todo esto es válido para salir del mercado cuando operamos en largo.
La explicación es que para que un mercado suba hace falta que entre dinero, sin embargo, los mercados caen por su propio peso. Pudiendo darse el caso de que el mercado caiga de golpe.
Richard Wyckoff, uno de los mejores operadores bursátiles de todos los tiempos, dejó claro que uno de los primeros síntomas del fin de una tendencia era el clímax (tanto comprador como vendedor). Esto puede ponernos alerta, es un buen punto para comenzar a pensar en retirarse.
Aunque hay que decir también que tras el clímax es posible que la tendencia siga su curso como consecuencia de la inercia, no es un aviso de cambio inminente. Por este motivo es un buen indicador, avisa con tiempo.
El clímax está relacionado con el consejo anterior en cierto modo. Suele darse cuando en los mercados existe una fiebre compradora o un pánico vendedor (de ahí su nombre, "Clímax comprador" y "Clímax vendedor". Estas situaciones en gran parte están influenciadas por las noticias.
El clímax se observa en el volumen de operaciones (Wyckoff operaba en base al precio y el volumen de operaciones). Teniendo como base que el volumen representa el combustible del mercado (a fin de cuentas los mercados se sustentan en operaciones de compraventa), actúa como un termómetro de cómo los inversores se lanzan, o no se lanzan, en masa a comprar y vender un activo. En otras palabras, es un indicador de avaricia y miedo.
Una fiebre compradora está provocada por un sentimiento de avaricia. Una caída brusca se debe a un miedo (más bien pánico), llevando a los inversores a deshacerse del activo a toda costa. Un aumento del volumen anormal y explosivo nos indica que el mercado está consumiendo todo su combustible. Se producen una serie de compras y ventas masivas, con lo cual, la oferta o la demanda se agota.
Cabe la pena expresar que este aumento de volumen debe venir acompañado de una gran vela (o barra) normalmente alcista cuando el clímax es comprador (el mercado no puede ir mucho más lejos al alza, porque se ha satisfecho toda la demanda en esos niveles de precios) o bajista cuando el clímax es vendedor (el mercado está acabando su caída, todos los operadores venden en masa y apenas ya quedará oferta disponible). También deberemos fijarnos en que este patrón se produce en plena tendencia. Anunciando el final de la misma.
En este caso, el volumen climático es un buen indicador para saber retirarse a tiempo. Por lo menos para estar atentos. No debemos apurar las operaciones, recordemos la frase famosa: "El último euro que lo gane otro".
Si se produce un clímax es porque hay avaricia o miedo (según sea comprador o vendedor). Nosotros, como buenos operadores, no debemos actuar conforme a los sentimientos de la masa. Todo lo contrario.
Operar siempre con dinero que no necesitemos
Existen múltiples ejemplos de operadores que han perdido oportunidades de inversión por tener que retirarse del mercado cuando estaban muy bien posicionados, porque necesitaban el capital para otros fines.
Jesse Livermore hace referencia a este hecho en su libro "Memorias de un operador de acciones". Sobre todo cuando expone que para ganar dinero en los mercados debemos tener paciencia y mantener la posición hasta que el mercado nos demuestre que las condiciones han cambiado (el volumen climático es uno de los primeros síntomas).
Warrent Buffett también hacía referencia a la paciencia cuando decía que se debe invertir de modo que si el mercado cerraba durante diez años no debería suponer un problema. Hay que añadir a esto que las inversiones que lleva a cabo Warren Buffett están orientadas al largo plazo (unos diez años, aproximadamente). Sin embargo, la idea sigue siendo la misma: No operar con dinero que necesitamos retirar (aunque sea en los diez años venideros).
Warren Buffett
En otro orden de cosas, operar en los mercados tiene riesgo. Esto supone que el capital aportado puede perderse, todo o en parte. No nos vamos a engañar (aunque también hay que decir que con una adecuada gestión monetaria y del riesgo, es difícil que se pierda el capital en su totalidad). Este hecho puede suponernos un serio problema si el dinero lo necesitamos para cubrir necesidades de primer orden.
Sin embargo, existe un añadido a todo esto: Al operar con dinero que necesitamos para otros fines nos agrega una mayor presión psicológica que enturbia nuestra mente. Nos hace tomar decisiones precipitadas y cometer una serie de errores fatales (prácticamente lo que se denomina "pecados capitales en el trading y la inversión").
Por ejemplo, querer recuperar las pérdidas rápidamente (en este caso sería "necesitar recuperar las pérdidas"). ¿Qué podemos esperar de esto? Simplemente que al operar de esta manera no tendremos más remedio que asumir un riesgo mayor. En una mala operación las pérdidas serán mayores que la vez anterior; y de este modo entraremos en una espiral de la cual no podremos salir hasta que el capital de nuestra cuenta de inversión se haya evaporado.
El daño psicológico de las pérdidas es mayor cuando necesitamos el capital para otros fines, nos hace perder la paciencia, el control y la gestión del riesgo. En definitiva, nada bueno para operar.
Recuerda siempre que el capital de la cuenta de trading debe estar reservado para hacer trading. Aunque "el mercado cierre durante diez años consecutivos" y no podamos retirar el capital, no nos debe alterar.
Cuidado con el apalancamiento (No seas ambicioso)
Una máxima que ha perdurado en la historia de los mercados financieros es el daño que ha provocado el sobreapalancamiento en los operadores.
Puede parecer que el operar apalancado sea cosa de la era del trading online y productos financieros derivados (como los futuros o los CFDs). Nada más lejos de la realidad, el apalancamiento se viene utilizando desde el comienzo de las transacciones financieras en los mercados. Los operadores de principios del siglo XX (gran época para el trading) operaban con margen. Así que sus advertencias están basadas en la experiencia.
En los artículos publicados por Charles Dow en The Wall Street Journal ya se advertía el riesgo de tomar demasiado margen en las operaciones. Es un arma de doble filo. Los intermediarios saben perfectamente lo difícil que resulta manejarse con altos niveles de apalancamiento, lo cual lleva al operador a tener pérdidas irremediablemente (que en muchos casos suponen su beneficio si son nuestra contrapartida). Quizá por esto la ESMA lo ha limitado en productos como los CFDs.
Charles H. Dow
aumentando el apalancamiento, aumentan las posibilidades de ganar más dinero. Pero a su vez aumenta el riesgo en la misma medida. Hasta existen inversores institucionales que se han visto en apuros por abusar del apalancamiento, cuanto menos será peligroso para un inversor particular.
El apalancamiento lleva a ajustar las órdenes de stop loss, o un en su defecto, hacer frente a un Margin Call. Las operaciones no se pueden desarrollar como es debido.
Según los principios de Richard Wyckoff, la orden de stop loss debe estar en un nivel suficientemente holgado, puesto que el mercado realiza extrañas maniobras para retirar traders y obtener beneficios. Para situar el stop loss en un nivel óptimo y no violar las normas de gestión del riesgo, el tamaño de la operación debe ir en consonancia. Pero, claro, para ello deberemos tener mucho cuidado con el apalancamiento y nunca abusar de él.
Sólo hay una razón por la cual un trader utiliza un nivel de apalancamiento excesivo: Quiere obtener unas ganancias mayores en relación con el capital aportado en un corto espacio de tiempo. En otras palabras, tiene ambición por ganar. Al final todo se resume a un sentimiento del operador; y, como ya sabemos, a la hora de invertir en Bolsa los sentimientos deben quedar a un lado.
Todo esto está relacionado con lo expuesto anteriormente en relación a la paciencia. El inversor, trader, operador o cualquier tipo de interviniente en los mercados debe tratar al mercado como un negocio. En todo negocio resulta inviable el obtener tasas de retorno anuales del 30% de forma continuada y consistente, ¿por qué el negocio de las operaciones financieras debe ser diferente?
Peter Lynch tiene claro que ni los grandes magnates de las finanzas de los años veinte del siglo pasado podían conseguir tasas de retorno anual del 30% de forma constante. A pesar de que el mercado estaba manipulado a su favor.
Peter Lynch
Siempre se debe ser consciente del riesgo que se está dispuesto a asumir. En base al cálculo del riesgo se establece la tasa de beneficio realista, nunca al revés. El operar con vistas a enriquecerse rápidamente nunca puede traer buenos resultados. No podemos exigirle al mercado, al capital ni a nuestras posibilidades más de lo que realmente están en condiciones de otorgarnos. En caso contrario podremos ver como el capital se agota en nuestra cuenta.
La ambición es uno de los mayores defectos de carácter que puede tener un trader. No podemos ser exitosos siendo ambiciosos. Todas las cosas importantes tienen su período de maduración. Debemos respetar los tiempos y los ritmos que llevan las inversiones financieras. En el momento menos pensado, a la vuelta de unos años, veremos que - si se ha hecho todo como es debido - nuestro capital habrá aumentado de manera significativa (a la par que nuestros conocimientos y experiencia) y podremos acometer operaciones de mayor envergadura.
Recordemos: El capital es el bien más preciado que puede tener un inversor. El querer ganar muy rápido nos hace aumentar el riesgo y nos será más difícil manejar nuestras operaciones. La carga psicológica de una operación muy apalancada es superior; y ya hemos visto lo que supone la carga psicológica a la hora de invertir en Bolsa.
Fórmate y opera según tu criterio
Invertir en los mercados es un negocio difícil. El trader debe tener los nervios templados, mantener una gestión monetaria impecable y saber interpretar las señales del mercado (los inversores de más largo plazo también debe saber valorar los activos en base a sus fundamentales).
Un carpintero, un electricista, un abogado y, especialmente, un médico deben pasar por un período de formación y prácticas antes de poder ejercer su profesión. ¿Por qué hacemos referencia a la profesión médica de modo especial?
Tanto Jesse Livermore, en un principio, como posteriormente André Kostolany observaron una gran similitud entre un médico y un operador bursátil. Con la diferencia de que el médico (según Livermore) debe pasar largos años en la facultad estudiando todo tipo de asignaturas para poder ejercer su trabajo de un modo competente; mientras un trader no quiere tan siquiera pensar, quiere que le den el trabajo hecho.
Un médico realiza un trabajo de diagnóstico en primer lugar, para ello investiga y hace pruebas en base a unos síntomas. Tiene indicios y busca hechos. Cuando consigue un diagnóstico fiable establece un tratamiento. Posteriormente realiza un seguimiento del paciente, si observa algún efecto adverso o algún hecho que no debería suceder, ajusta el tratamiento.
Un trader debería comportarse igual, la profesión es muy similar en cuanto a la metodología. Claro está, para que un médico pueda diagnosticar, establecer el tratamiento y realizar el seguimiento como punto de partida debe saber qué síntomas son los propios de una serie de patologías, cómo se detectan dichos síntomas, qué pruebas debe realizar para buscar hechos, qué tratamiento es el más adecuado para hacer frente a la situación. Por último, debe tener claro cómo debe evolucionar el paciente y qué desviaciones se puede encontrar en esta evolución; qué dosis de medicamento puede aplicar y si puede subirla o bajarla sin poner en peligro el estado de salud del paciente.
Dicho de otro modo, el médico está bien formado. ¿Por qué un operador bursátil no necesita, cómo mínimo, la misma formación?
Hay otro aspecto adicional: El médico debe tener seguridad en su criterio. No puede establecer múltiples tratamientos, ni puede cambiarlo de forma continua. En un principio porque afectaría a la salud del paciente. En segundo lugar porque el ir saltando de un tratamiento a otro provocaría que ninguno surta los efectos oportunos y la enfermedad avance.
Al igual que un doctor en medicina, el trader debe tener confianza en sí mismo y en su criterio. Pero, como es lógico, esto sólo se consigue con una buena formación y una sólida experiencia.
"Si no hay diagnóstico no hay pronóstico, y si no hay pronóstico, no hay beneficio"
(Jesse Livermore)
Jesse Livermore
Operar cuando se debe operar (Disciplina)
De nada sirve toda la formación y conocimientos sobre gestión monetaria si al final no cumplimos con nuestro propio plan de trading y nuestras estrategias.
De nada vale el tener presente que no debemos sobreapalancarnos si cuando vemos una oportunidad latente se nos dispara el corazón y pensamos "esta no la dejaré escapar, es una ganancia segura". Tras este pensamiento viene la falsa seguridad de que vamos a realizar la operación que nos salvará la semana, quizá el mes completo.
Decimos falsa seguridad porque la operación no ha sido estudiada a fondo. No estaba dentro de nuestro plan de trading y se debe más a una mera observación que a algún hecho confirmado. El resultado es que este modo de proceder sienta un precedente y crea un hábito que puede hacernos mucho daño.
El querer entrar a matar en el mercado es propio de los operadores principiantes (con todos nuestros respetos, todos hemos sido principiantes). El ansia de operar por operar, la satisfacción de estar dentro del mercado, los sentimientos a flor de piel... El mundo de la inversión engancha y puede incluso convertirse en un problema serio que nos haga perder todos nuestros ahorros.
La diferencia principal entre un trader y un jugador es simple: El trader se mueve por hechos y bajo una perspectiva puramente intelectual, dejando al arbitrio del azar la menor cantidad de factores posibles.
Por lo tanto, al operar sin tener un plan, el saltarse las normas de riesgo, el querer entrar al mercado a toda costa por miedo a que se nos escape una operación, el no cortar las pérdidas aún teniendo pruebas de que la estrategia era errónea y en síntesis todos los errores cometidos por falta de disciplina son los primeros causantes del fracaso a la hora de invertir en Bolsa.
Tanto Charles Dow, como Jesse Livermore, Kostolany y Warrent Buffett hacen mención a estos problemas. Problemas que únicamente pueden ser subsanados poniendo de nuestra parte y realizando un verdadero esfuerzo por cambiar (en ocasiones puede ser útil, incluso necesario, realizar una serie de ejercicios psicológicos. Los deportistas de élite también realizan un entrenamiento mental.
"Cada vez que leía el teletipo a la luz de la experiencia, ganaba dinero; pero cuando actuaba como un idiota, las pérdidas eran de órdago"
(Jesse Livermore)
Estos, en principio, son los consejos que se pueden extraer de los sabios operadores. Tal y como lo vemos desde fepix.com, la experiencia de los grandes es una fuente de enseñanzas.
>>>>CONTINUAREMOS OFRECIENDO LOS CONSEJOS PARA INVERTIR EN BOLSA DE LOS SABIOS OPERADORES....
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