Los clubes de inversión: Qué son y las ventajas que aportan
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- Escrito por José Miguel Bastida
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Si quieres ahorrar, divertirte, aprender a gestionar tus finanzas como un verdadero profesional, la mejor forma de comenzar es adscribirte o fundar tu propio Club de Inversión.
A lo largo de estas líneas vamos a tratar las diferentes ventajas, legalidad, operativa y algunos ejemplos de los clubes de inversión.
Lo cierto es que esta fórmula nació y se mantiene como una de las mejores formas de aprendizaje sobre el mundo de las finanzas y las inversiones. Se trata simplemente de la puesta en común de un capital; pero con todas las garantías y transparencia en las inversiones.
Lo mejor de todo esto es el aprendizaje adquirido, pero no hay que menospreciar el ahorro que se obtiene. Además de todos los beneficios que vamos a ver a continuación.
¿Qué son los clubes de inversión y qué ventajas tienen?
Los Clubes de Inversión son asociaciones de personas que ponen una cantidad pequeña de dinero en común y luego debaten como pueden rentabilizarla de la mejor manera posible.
El objetivo de estas asociaciones no es la rentabilidad obtenida, sino más bien obtener una formación y experiencia. Básicamente consiste en compartir enseñanzas y tomar decisiones conjuntas, adentrándote en el mundo de la economía, de la banca y las inversiones financieras.
No importa tu formación, ni tu edad, ni tu experiencia, siempre es un buen momento para aprender y rentabilizar unos ahorros invirtiendo en los mercados financieros.
Los clubes de inversión no son chiringuitos financieros, cumplen con la normativa exigida, existe total transparencia, cuentan con el apoyo de las bolsas españolas y declaran los impuestos por las ganancias obtenidas. Además de todo esto, tienen personalidad jurídica propia y se guían por una serie de estatutos y normas de funcionamiento interno.
Existen clubes de inversión por todo el mundo y de todo tipo: Existen clubes de estudiantes universitarios, de asociaciones de vecinos, de amigos, de compañeros de trabajo, clubes femeninos, clubes de niños como parte de su aprendizaje escolar, familiares, de abuelos y nietos, incluso de gente que quiere conocer gente.
El riesgo al que estarás expuesto se minimiza al máximo, puesto que las cantidades aportadas son muy pequeñas, las decisiones son muy sopesadas y además las inversiones están diversificadas en una cartera. Todo esto lo trataremos más adelante.
Está considerado como la mejor forma de convertirte en un experto y partícipe del mundo económico. Adquiriendo competencias teóricas y prácticas que te servirán para gestionar tus finanzas personales. Así como adquirir conocimientos financieros, fiscales y jurídicos para el desarrollo de tu persona. Además, es un modo de relacionarte a través de foros de debate entre amigos.
Compartirás tu opinión en la toma de decisiones. Pero lo más importante es que compartirás ratos con otras personas, abriendo debates enriquecedores, sobre temas serios que afectan a nuestras finanzas con gente afín a tus intereses.
También es posible organizar visitas e invitaciones a otros clubes, actividades, competiciones, concursos, seminarios, formación y todo tipo de eventos para que los miembros de diversos clubes se interrelacionen. Los clubes de inversión pueden interactuar entre ellos, incluso organizar excursiones juntos.
Los clubes de inversión también gozan de importantes descuentos en cursos de formación financiera y seminarios. Muchos de estos vienen patrocinados por las propias bolsas de valores e intermediarios financieros.
Pueden inscribirse a registros de las bolsas españolas, gozan de descuentos en comisiones aplicadas por los brókers, pueden obtener todo tipo de descuentos en productos y servicios financieros, reciben documentación gratuita y pueden organizar visitas guiadas y hasta incluso celebrar reuniones en aquella Bolsa de valores a la cual se adscriban.
Asimismo, el pertenecer a un club de inversión no está reñido con mantener una cartera de inversión particular y paralela a las decisiones tomadas, dónde tú podrás hacer tus ajustes personales.
No cabe duda que el pertenecer a un club de inversión es la mejor forma de desmantelar los tópicos del mundo de la inversión. La mejor forma de acercar a aquellos escépticos, pero que tienen curiosidad, sobre cómo funciona la economía y el dinero.
La legalidad de los clubes de inversión
Los clubs de inversión tienen la forma jurídica de Comunidades de Bienes, están inscritos en el Ministerio de Economía y Hacienda y cuentan con su propio CIF.
Conviene comprobar siempre antes de ingresar en un club de gente que no se conozca: su CIF, su domicilio social y su inscripción en Hacienda o en alguna de las Bolsas españolas.
Salvo que se pueda dar algún caso de fraude malintencionado y manifiesto: Los clubes de inversión son entidades legales; se trata de asociaciones serias que nada tienen que ver con los chiringuitos financieros. Su normativa debe ser transparente, al igual que sus cuentas.
La normativa más directa que rige a los clubes de inversión está contemplada en sus propios estatutos. Cada socio tiene derecho a una copia de los estatutos firmada por los demás.
Los puntos no previstos en los estatutos se regirán por el Título III, artículos del 392 al 406 del Código Civil.
En Países como Estados Unidos, los Clubes de Inversión llevan operando en los mercados financieros desde 1.898. En Francia están funcionando desde 1.966.
En España merece especial mención, por sus iniciativas individuales, el Club Llotja de Mar, fundado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Barcelona en 1985. Su objetivo fue demostrar que esta fórmula constituye una gran alternativa para cubrir lagunas de la formación práctica en algunas universidades.
Como se puede observar, es una fórmula que está dando resultados desde años atrás; y buenos resultados. No es una moda pasajera.
¿Cómo funciona un club de inversión?
Si decides fundar un club de inversión, deberás conseguir entre 5 y 20 personas interesadas (se recomienda esta cantidad de gente). O bien puedes adscribirte a un club que ya está en marcha. En ambos casos sólo necesitas ser mayor de edad y tener capacidad para contratar.
Una cosa sí que es importante: No puedes estar inscrito en más de un club a la vez.
Al ingresar en un club se te exigirá una aportación inicial al capital de la asociación, además suelen ingresar unas pequeñas cantidades mensuales (normalmente entre 5 y 20 €) para aumentar el capital y buscar nuevas inversiones.
Estas aportaciones son ahorros que tendrás invertidos como si de un fondo de inversión se tratase, únicamente que el gestor de ese fondo eres tú (en colaboración con los demás miembros del club), el día que quieras abandonar el club tendrás derecho a que te reembolsen tus aportaciones y la parte correspondiente a tus ganancias.
Como puedes comprobar, los clubes de inversión son una buena forma de ahorrar (además de aprender).
Para poder ser un buen miembro de cualquier tipo de club tienes que aceptar las decisiones que se tomen democráticamente, aún siendo contrarias a tus ideas. Te tienen que gustar los deportes de equipo. Debes tener capacidad de compromiso y una actitud positiva, asistir a las Asambleas y no entorpecer el trabajo en equipo.
Las Asambleas se convocan normalmente cada mes (a no ser que los estatutos contemplen otra periodicidad) y durante ese mes lo más lógico es que tengas que realizar análisis o seguimientos de una determinada inversión; con el fin de exponerla en la Asamblea. Para ello cuentas con apoyo y material. La responsabilidad y el compromiso de trabajo que ello implica es necesaria para aprender a gestionar cualquier tipo de finanzas.
Es posible que debas aceptar algún cargo del club, como presidente, tesorero o secretario. Debes tener presente que tus funciones son necesarias y que se opera con dinero real, por tanto, deberás asumir tus responsabilidades con diligencia.
No debes criticar ninguna decisión. Recuerda que la mayoría es la que decide; y quién más o quién menos está en un proceso de aprendizaje. Al igual que probablemente lo estarás tú también.
¿Y si pierdo dinero en las inversiones?
Lo primero que debemos contestar es que toda inversión conlleva un riesgo. Eso es inevitable. Aún así hay unos tipos de inversiones que están considerados de bajo riesgo. Algunas están consideradas incluso como libres de riesgo, como por ejemplo la Deuda Pública que emite el Tesoro. Si bien, la rentabilidad de estas inversiones es muy pequeña, pero lo que se prima en este caso es la estabilidad en la inversión.
El riesgo debe ser calculado y sopesado. Es difícil obtener grandes pérdidas (nos referimos a pérdidas significativas, de las que hacen daño al capital) en una cartera bien diversificada y cuando las decisiones están bien tomadas. Aunque la rentabilidad no sea tan atractiva como con otros productos o valores de mayor riesgo.
Es conveniente (sobre todo al principio) diversificar en varias inversiones (sin exceder) y tomar posiciones “defensivas” (es decir, ser muy conservadores en las inversiones). Conforme se vaya ganando experiencia y seguridad se podrá destinar un pequeño porcentaje del capital (no más de un 15%) en inversiones que supongan mayor riesgo.
Si sumamos todos los factores:
- Decisiones discutidas, bien analizadas y sopesadas
- Diversificación de la cartera
- Perfil conservador de las inversiones (invertir con poco o ningún riesgo, aún penalizando la rentabilidad)
- Capital invertido en posiciones de riesgo menor del 15%
Obtenemos que, aunque el riesgo siempre está presente, no nos hará daño de forma continuada en la cartera global.
Debemos descartar los grandes beneficios a corto plazo y tener presente que el objetivo es el aprendizaje. Creando, por tanto, modelos de carteras conservadoras y dejando las inversiones con derivados, el trading y demás tipos de estrategias especulativas en un segundo plano.
Diferentes ejemplos de estrategias para llevar a cabo en un club de inversión
Hay un dicho en finanzas: “existen dos tipos de estrategias de inversión, la conservadora y la mala”.
Un ejemplo de una cartera conservadora sería:
- Letras del Tesoro a un año (20% del capital)
- Fondo de inversión de renta fija a corto plazo (20% del capital)
- Depósito bancario a un año (30% del capital)
- Acciones del Banco Santander (15% del capital)
- Acciones de Iberdrola (15% del capital)
Esta cartera estaría compuesta por activos financieros prácticamente sin riesgo (excepto el caso de las acciones. Pero en este caso el riesgo es reducido, por ser sociedades con una fuerte capitalización y beneficios estables). La cartera tampoco ofrecerá mucha rentabilidad.
Es posible ir asumiendo progresivamente un perfil de riesgo más agresivo, pero en los estatutos debe quedar marcado cuál es el porcentaje máximo de capital que se debe invertir en operaciones de riesgo (como por ejemplo el mercado de futuros y opciones) con el fin de tener un escudo y además poder realizar unas estrategias más complejas y arriesgadas. En síntesis, jugar un poco con las finanzas.
Otra muy buena estrategia inicial consistiría en observar los informes de un determinado fondo de inversión o fondo de pensiones (estos últimos suelen ser más conservadores puesto que operan a largo plazo) que tenga un perfil defensivo o conservador e intentar batir su rentabilidad.
No se trata de replicar su cartera de forma exacta, se puede tomar como modelo inicial y realizar una serie de ajustes para intentar conseguir gestionarla mejor. En la prensa financiera (que también se aprenderá a leerla e interpretarla) se publican más de tres páginas con los fondos de inversión disponibles. Hay infinidad de ellos y de todo tipo; adaptados a cualquier perfil inversor.
Esta estrategia también es válida para la sección de la cartera de renta variable, en este caso se puede tomar como referencia (lo que se suele denominar un “benchmark”) un índice bursátil.
Un ejemplo de lo dicho podría ser la creación de cesta de valores representativos del IBEX35, con la estrategia de mantener e ir ajustando según la capitalización bursátil que tengan.
Ejemplo de esta estrategia de cartera basada en el IBEX 35:
- Acciones de Telefónica (ponderación según su capitalización bursátil)
- Acciones de Inditex (ponderación según su capitalización bursátil)
- Acciones de BBVA (ponderación según su capitalización bursátil)
- Acciones de Santander (ponderación según su capitalización bursátil)
- Acciones de Iberdrola (ponderación según su capitalización bursátil)
- Acciones de Repsol (ponderación según su capitalización bursátil)
(NOTA: En estos seis valores se encuentra concentrado más de un 50% del comportamiento del IBEX 35)
Comprar una serie de valores y mantenerlos en cartera es una estrategia muy sencilla y que da buenos resultados, ya que se van obteniendo la rentabilidad por dividendos repartidos. Para ello se deberán seleccionar valores estables, con un buen historial en el pago de dividendos.
Aunque también podríamos optar por otras estrategias de renta variable, como el estilo de inversión Value, Crecimiento, rotar sectores según las condiciones económicas, etc.
Un ejemplo de una estrategia más compleja y agresiva podría ser el siguiente:
- Cesta de acciones del EUROSTOXX 50 analizadas y seleccionadas por una comisión encargada (25% del capital)
- Cartera de acciones del mercado continuo español analizadas y seleccionadas por una comisión encargada (25%)
- Fondo de inversión de Deuda Pública de países emergentes (25% del capital)
- ETF (Fondo cotizado) sobre el índice Standard & Poor’s 500 (20% del capital)
- Futuro en Mercado de Divisas (EURO / DÓLAR) (5% del capital)
O bien, una buena cartera también podría estar compuesta:
- Valores del sector financiero analizados por una comisión encargada (20%)
- Valores del sector energético analizados por una comisión encargada (20%)
- Bonos de renta fija privada analizados por una comisión encargada (20%)
- Bonos del Tesoro a dos años (30%)
- Estrategia de cono comprado con opciones sobre un valor del NASDAQ analizado por una comisión encargada (10%).
- Seguimiento por una comisión encargada del mercado LATIBEX para decidir su incorporación a la cartera en la próxima Asamblea; así como qué porcentaje del capital se le asigna.
No te preocupes si todo esto te resulta extraño, pronto lo manejarás bien. Este es el sentido y el fin por el que se constituyen los clubes de inversión.
Como veis las estrategias, las opciones, las posibilidades, el perfil de riesgo, la rentabilidad, los plazos de las operaciones, los activos y las oportunidades son infinitas. El mundo de las finanzas es apasionante y a través de esta fórmula tendrás la oportunidad de comprobarlo de primera mano.
Tu capacidad para debatir, tu espíritu crítico y tus argumentaciones, serán día tras días más sólidas, a la vez que aumenta tu experiencia (y por supuesto, tus ahorros). Todo dependerá de los análisis que realices y tu forma de exponer tus teorías ante los demás miembros del Club.
No voy a ser capaz de entender esto
Este es un pensamiento tan común como equivocado. El mundo económico y financiero es complejo en el sentido de que es muy amplio (con muchos activos, muchos mercados y diferentes factores); pero cuando comienzas a verlo de cerca, comienzas a entender su funcionamiento.
Es precisamente este el motivo por lo que los clubes de inversión son la opción más interesante, porque no comienzas sólo en tu aprendizaje, eso te aporta más seguridad y puedes ir aprendiendo el mecanismo del movimiento del dinero con calma y apoyo.
Comenzarás por lo más sencillo, pero en un breve período de tiempo serás capaz de entender las noticias económicas, saber cómo afectan variables económicas como la inflación, las políticas monetarias del Banco Central Europeo, etc.
Pronto conocerás los entresijos del mundo financiero; pero sobre todo estarás en disposición de gestionar tu dinero frente a tu entidad bancaria. Así como diseñar tu propio plan de ahorro e inversión.
Claro está que todo ello te costará un pequeño esfuerzo, tiempo y concentración; sobre todo al principio. Esfuerzo que, por otra parte, se verá compensado no sólo por los beneficios y ventajas que hemos mencionado anteriormente, también por agradables momentos en compañía de gente y bajo una temática de interés común.
Vas a sentir que estás acompañado en este viaje hacia tu futuro económico. Tendrás consejos prácticos, seminarios, información periódica y promociones en la formación.
¿y si quiero irme del Club? ¿Qué pasa con mi dinero?
Cualquier miembro tiene derecho de causar baja cuando desee y al reembolso de sus participaciones, siempre y cuando lo comunique con una antelación que estará prevista en los estatutos (normalmente un mes).
Cuando llegue la fecha de vencimiento, el club de inversión, debe liquidar sus aportaciones de capital y la parte correspondiente a sus ganancias, excepto los gastos ocasionados por la venta de los activos en los cuales se encuentren invertidos (normalmente el club debe tener un pequeño porcentaje del capital en activos de máxima liquidez para contemplar estos casos).
Para ello el club debe calcular periódicamente el valor liquidativo de cada miembro (como si de un fondo de inversión se tratase); fruto de dividir el capital y las ganancias (que se suman al capital, si no se reparten) entre los miembros del club (puesto que las aportaciones de cada miembro deben ser iguales).
En cualquier caso: el dinero que has ido aportando es tuyo, lo has ido ahorrando; y lo más importante, lo has rentabilizado.
En definitiva…
- Has conseguido ahorrar haciendo pequeñas aportaciones mensuales.
- A ese dinero le has conseguido una rentabilidad.
- Has obtenido un aprendizaje teórico y práctico que supera con creces al ahorro y la inversión, además has compartido experiencias con otras personas.
- Lo aprendido te puede ser de gran ayuda el resto de tu vida.
Por tanto, no debes considerar las aportaciones como un gasto, es una inversión, un ahorro que te puede servir para el día de mañana.
Eres libre de crear un ahorro privado al mismo tiempo, aprovechando o no las enseñanzas que obtienes de las decisiones del club de inversión.
Pero lo que de verdad es impagable son los conocimientos que has adquirido.
NOTA: Puedes inscribir a tus hijos en un club de inversión adaptado para menores, o fundar un club de niños con los hijos de tus amigos o familiares. Es la mejor forma de que se aprenda la importancia del ahorro y comiencen cuanto antes a gestionar sus finanzas. Obtener una cultura financiera es importante para las generaciones del futuro. No deben cometer los mismos errores que nosotros hemos cometido, y esto sólo se consigue con una mayor formación desde jóvenes; para que puedan afrontar con éxito su futuro económico. Los cursos de formación se pueden adaptar a menores. A la par, disfrutarás con todo ello, viendo su progreso y aprendizaje.
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