Martes 28 Noviembre 2023

FEPIX.com. Aprenda toda la verdad sobre los mercados financieros. 

Bitcoin como inversión

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado
 

¿Cómo invertir en Bitcoin? ¿Cuáles son sus riesgos? ¿Qué instrumentos existen para especular con Bitcoin? Todo esto y más es lo que explicaremos a lo largo de estas líneas.

El Bitcoin se creó para un propósito concreto: ofrecer un sistema de pagos al margen de todo el entramado bancario y sin control de autoridades financieras. Dadas sus características, se ha comprobado que puede ser un sustitutivo del oro como depósito valor. Ahora bien, es un mercado altamente especulativo, dónde la oferta limitada y la locura de las masas nos pueden arrastrar. Se trata de un producto complejo  e inseguro. Además nos enfrentamos a la gran pregunta: ¿Puede estar desarrollándose una burbuja en el Bitcoin?

 

 

Inversión en Bitcoin

El sentido del Bitcoin como inversión

En el anterior post sobre esta temática (Invertir en Bitcoins. Las claves para ganar dinero con Bitcoin) vimos como el Bitcoin aspiraba a ser el depósito valor del futuro. Tiene todas las características para ser el oro 2.0. Adicionalmente este producto presenta una peculiaridad: No necesita infraestructura física alguna.

Este es el motivo por el que muchos ahorradores invierten en criptomonedas y sobre todo en Bitcoin. Esperando el apocalipsis, estos inversores en un principio confiaban en el oro como único activo refugio. Ahora sus ahorros se movilizan hacia el Bitcoin. Son los llamados “preppers”.

¿Quiénes son los “preppers”?

Según un estudio publicado por Golbal Public Affairs, el 15% de las personas encuestadas tienen una visión fatídica sobre el futuro del planeta. Estas personas se preparan para el fin del mundo.

En Amazon existen más de 300 libros que tratan sobre este tema. Bien sea mediante una guerra nuclear, un caos social, una crisis económica o una epidemia a nivel global.

Los “preppers” o “survivalistas” son un fenómeno social. Cuentan con todo tipo de equipamiento para sobrevivir a cualquier tipo de desastre. Ahora parece que entran dentro de sus planes de supervivencia la continuidad de Internet y la corriente eléctrica durante la catástrofe que arrase el planeta(o por lo menos preferencia en su restablecimiento tras las cenizas del apocalipsis). Por ello deciden colocar sus ahorros en criptomonedas, para no depender de ningún banco central ni de ningún tipo de infraestructura física.

Bitcoin como alternativa al colapso

No es necesario ir tan lejos. Desde siempre ha habido inversores que han destinado un porcentaje de su portfolio de inversión hacia el oro y demás metales preciosos. Como activo refugio en caso de que la economía o la geopolítica provoquen una situación de riesgo extremo de los mercados.

Según los expertos, alrededor de un 5% de nuestro capital debería estar destinado a instrumentos financieros que cumplen esta función. Ahora parece que el Bitcoin toma la delantera al oro. Solo el futuro puede confirmar si se mantiene esta tendencia.

Ya no se estila el guardar lingotes de oro, ahora se prefiere tener una cuenta digital en el ciberespacio. Una inversión puramente informatizada, un activo intangible.

Por consiguiente las inversiones en Bitcoin y demás criptodivisas tienen un propósito muy claro: Actuar como depósito de valor seguro ante una catástrofe económica. ¿Puede este motivo justificar los movimientos tan bruscos que se producen en este mercado? ¿Puede justificar que se haya revalorizado un 1.300% y después corregir un 46% en 6 días?

Hay que sumar dos factores más para poder explicarlo. Uno tiene que ver con el que acabamos de mencionar y  no es ni más ni menos que hay inversores que no tan sólo ven al Bitcoin como el valor refugio del futuro; también tienen la convicción de que será la divisa del futuro y el medio de pagos de referencia.

Sin embargo esta teoría tiene menos fuerza que la de presentar al Bitcoin como un activo refugio, debido a que el sistema monetario se construyó de la forma que hoy en día lo conocemos mediante un proceso. Dicho proceso tenía un objetivo: Controlar la inflación.

Si no existiese un banco central que controlase la política monetaria no habría forma de controlar la inflación y estaríamos en manos de un bravío mercado. Bien, las criptomonedas tienen la característica de estar fuera del control y por ende del amparo de cualquier banco central. Es su don y a la vez su maldición de cara a convertirse en la divisa del futuro. A no ser que destruyamos todo el sistema monetario establecido.

Sin embargo, dentro de las teorías apocalípticas de los “preppers” tiene cabida que el Bitcoin entrará a formar parte cómo “la divisa del futuro”, pensando que el sistema bancario quedará fuera de la ecuación cuando se produzca su escenario funesto y las estructuras de gobierno se colapsen.

Por lo demás, si analizamos el Bitcoin como método de pago, no obstante no tiene de momento toda la aceptación que se cabría esperar para esta función. No puede justificar los movimientos de mercado tan bruscos un medio de pago que no está totalmente aceptado. En un futuro quién sabe si será el método de pago principal. Pero hoy por hoy no goza de plena acogida.

El otro factor mencionado es el que le otorga un verdadero protagonismo al Bitcoin en nuestros días: La especulación. Es la segunda parte de esta historia.

Almacenar Bitcoin en cuenta digital

La especulación en Bitcoin

La especulación se diferencia básicamente de la inversión en que no se realiza un análisis exhaustivo de las condiciones intrínsecas del instrumento financiero. No es necesario debido a que no se trata de tener el dinero colocado en dicho activo de una forma comprometida a largo plazo.

La especulación tan solamente busca un beneficio económico con la compraventa del instrumento. A un plazo de tiempo variable pero que en ningún caso es tan largo como cuando se trata de una inversión.

Un inversor en Bitcoin se podría calificar cómo aquel que busca un depósito de valor, cómo hemos comentado anteriormente. Mantiene sus ahorros en un activo que es inmune a la inflación y que puede actuar de instrumento refugio. La ausencia de regulación y el hecho de que sea un activo limitado lo hacen útil para tal fin.

El Bitcoin no ofrece intereses, ni dividendos, tan siquiera es un algo tangible. El propósito de su creación fue el crear un medio de pagos al margen del sistema bancario y los controles monetarios tradicionales. Es una divisa, por cierto no muy aceptada, pero su valor no va más allá que el que le asigne el mercado.

Si el Bitcoin cotiza a 14.078 dólares (en el momento de suscribir este texto) es debido a que el mercado, como un conjunto de personas en masa, le otorga este valor. Por lo demás no tiene valor intrínseco.

La razón principal de comprar es que existe la oportunidad de beneficiarse con su compraventa operando en el mercado. Se trata de comprar para posteriormente venderlo a un precio superior, o viceversa (operaciones en corto).

Muchos han advertido esta posibilidad dada su gran revalorización en los últimos tiempos y no quieren perder la oportunidad de ganar dinero con esta operativa. Estos comerciantes, o traders, no tienen un interés real en mantener Bitcoins. Su motivación tan sólo es especular.

 

Según los cálculos más optimistas que existen, de los 16 millones de Bitcoins que existen (que se encuentran minados y disponibles), unos 6,4 millones se encuentran en manos de tan sólo unas 1.000 personas en todo el mundo.

Especulación en Bitcoin

Estas personas controlan un 40% de este mercado. En la jerga se les llama las “ballenas”. Un ejemplo claro es Bulgaria, este país tiene acumulados unas 210.000 unidades.

Si de los 16 millones de Bitcoin que existen un 40% se encuentran en carteras de grandes inversores, ¿qué pasa con el 60% restante?

Pues simplemente está en manos de inversores minoristas que buscan un activo refugio o diversificación para su cartera global y el resto cambia de manos constantemente, lo que se podría denominar una “oferta flotante” (free float). Aquí entran en juego los especuladores, aquellos que han oído cantos de sirena de dinero fácil en este mercado y se lanzan a la caza.

Esto le confiere al mercado de Bitcoins un cariz especulativo. Es un mercado muy agresivo, con movimientos violentos. Esto anima más a los especuladores de corto plazo que precisamente buscan esta característica en los mercados: Volatilidad.

Un mercado que se rige en gran medida por la especulación es un mercado con un alto componente psicológico. Dónde en el precio se refleja el miedo y la avaricia de los operadores. Las sobrerreacciones del mercado son una prueba de ello.

En enero de 2017 el Bitcoin valía unos 1.000 dólares. Ese mismo año va a cerrarlo con una cotización en torno a los 12.160 dólares. ¿A qué se debe esta revalorización de un 1.116 % anual? Son los sentimientos de los especuladores. Es pura demanda especulativa.

La oferta es limitada, además crece a un ritmo moderado y preestablecido. Si la demanda se lanza en masa a su compra, su precio sube de una forma vertiginosa. ¿Hasta dónde? No existen datos históricos, ni pruebas de su verdadera utilidad futura. Puede revolucionar el sistema financiero o puede caer en el olvido. Entre estos dos extremos puede convivir como un activo refugio más, una divisa más o simplemente un medio de pago más.

No tiene valor intrínseco para dilucidar hasta qué punto se encuentra sobrevalorado. No existen datos fundamentales que nos sirvan de referencia. Pero su comportamiento es típico de una sobrerreacción de la demanda. ¿Qué pasará cuando los especuladores comiencen a tomar beneficios y salir en masa?

Todas las burbujas a lo largo de la historia de los mercados se han creado por una sobrerreacción movida por sentimientos y psicología de los especuladores.

Si se está gestando una burbuja a punto de estallar (o no) es un tema de debate.  De lo que no cabe duda es que las inversiones en Bitcoin desde un punto de vista puramente especulativo han quedado reservadas a traders con experiencia y para “adictos al riesgo”.

La codicia de los especuladores

¿Cómo invertir o especular en Bitcoin?

Una vez vistos las dos motivaciones básicas que llevan a las personas a invertir (o especular) con Bitcoin, veremos los instrumentos que están disponibles para poder llevar a cabo esta tarea.

Los bancos de criptomonedas

Existen plataformas en la Red que ofrecen servicios de compra, almacenamiento y gestión de pagos con Bitcoin. Algunas de ellas son “empresas fantasma”, otras son más fiables; otras directamente han caído.

Una de las empresas más destacadas de pagos con Bitcoin tiene sede en Atlanta. Es el mayor proveedor a nivel mundial de estos servicios. Se trata de Bitpay.

Lo interesante de esta plataforma o banco de Bitcoin es que emite una tarjeta Visa para poder pagar en establecimientos públicos con cargo a la cuenta digital de Bitcoin.

Otra plataforma importante con sede en San Francisco es Coinbase. Esta plataforma ha perdido credibilidad después de suspender operaciones por el alto tráfico de este instrumento y la volatilidad que tiene en el mercado. En concreto, Coinbase suspendió cotización durante la mayor corrección que sufrió el mercado, el día 22 de diciembre de 2017.

Existe una tercera plataforma que, junto con estas dos de mayor tamaño vistas, firmó un acuerdo con Paypal para aceptar acuerdos con esta criptodivisa. Se trata de Gocoin.

Estas plataformas se pueden considerar como el instrumento básico para comprar Bitcoin al contado y mantenerlo en una cuenta. Del mismo modo que se mantiene una cuenta corriente con un banco o una reserva de oro en una cámara acorazada.

Compra de Bitcoin al contado

Uno de los mayores riesgos que presentan estas plataformas, según fuentes de expertos de la firma GVC Gaesco es que es fácil acceder al mercado y comprar Bitcoin, sin embargo no es tan sencillo salir de ellas y trasformar las criptodivisas a dinero. Con lo cual son las propias plataformas las que ponen trabas y frenan la liquidez de este activo.

El mercado de Bitcoin al contado que hay detrás de las plataformas no es un mercado organizado. Es legal, pero no está autorizado y regulado por un gobierno. Tampoco es un único mercado como ocurre con cualquier Bolsa de Valores. Se trata de varios operadores, llamados creadores de mercado (Market Makers), que compran y venden al por mayor estos instrumentos. Es similar al mercado de Divisas (Forex). Un mercado OTC (Over de Counter), descentralizado y sin cámara de compensación.

Estas características de mercado hace más fácil a las plataformas el poner trabas a la hora de deshacer la inversión de compra de Bitcoin al contado. No cuentan con una regulación.

Fondos de Inversión de criptomonedas

Junto con el Bitcoin conviven muchos tipos de criptomonedas. Se decía  que más de 500, ahora se oye que existen más de 1.300. El caso es que el Bitcoin no es único en su especie.

Un fondo de inversión es un patrimonio agregado de múltiples ahorradores gestionado por un equipo profesional. El mencionado patrimonio es invertido en activos según unas directrices o una política. En este caso la mayoría del capital del fondo es invertido en criptomonedas (Bitcoin, Etherum, Dash, Litecoin y otras muchas más).

Existe un fondo de este tipo en funcionamiento, el CRYPTO20. Este producto ofrece una diversificación en las 20 principales criptodivisas.

Diferentes

En España, el primer fondo de este tipo ha sido creado por Eneko Knör (experto en este tipo de activos) y tiene como nombre “Pheidon”. Están trabajando para obtener el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (ver artículo: Como funciona la bolsa española) y tienen previsto comenzar a operar en 2018.

La ventaja de invertir en Bitcoin a través de un fondo de inversión es la diversificación en todo este tipo de activos. Aunque por otra parte todas ellas tienen una fuerte correlación y la caída del Bitcoin afectará a las demás criptomonedas. Este tipo de diversificación sólo exime el riesgo específico (ver artículo: Los riesgos de invertir en la Bolsa) del activo. No exime del riesgo propio de mercado, a no ser que el fondo utilice instrumentos de cobertura.

Lo que sin duda hace recomendable un fondo de inversión en criptomonedas es la facilidad de operar y la liquidez que ofrecen estos productos.

La facilidad viene dada por el hecho de no tener la necesidad de abrir cuenta con una plataforma y tener criptomonedas almacenadas. Tan sólo se deben suscribir participaciones en el fondo de inversión. Proceso mucho más sencillo.

En cuanto a la liquidez, la sociedad gestora de un fondo de inversión garantiza la suscripción y reembolso de participaciones. Actúa de contraparte en cada compra o venta de participaciones.

Uno de los mayores riesgos de invertir en criptomonedas es la posibilidad de un pirateo de la plataforma en la cual las tenemos almacenadas. Al igual que si se entrase en la cuenta bancaria y se hiciesen transferencias dejando la cuenta a cero.

Con un fondo de inversión nuestro patrimonio no es que esté del todo a salvo, pero está mucho más protegido. En caso de que se produzca un pirateo y el consecuente robo, la sociedad gestora tendría responsabilidad; en caso de quiebra por no poder atender a todas sus obligaciones el partícipe estaría cubierto por el Fondo de Garantía de Inversiones. Este fondo garantiza una indemnización en caso de insolvencia de la sociedad gestora hasta 100.000 euros.

Futuros sobre Bitcoin

El 18 de diciembre de 2017 comenzaron a cotizar en el Chicago Mercantile Exchange (CME); una semana después de que lo hiciesen en el Chicago Board Options Exchange los primeros contratos de futuros sobre Bitcoin. Ante la creciente fiebre inversora en Bitcoin se hacía necesaria la creación de un instrumento de este tipo.

Los futuros son instrumentos que tienen su origen en la cobertura de los riesgos. Sin embargo por cada persona que necesita una cobertura de riesgos (coberturista) debe haber un especulador al otro lado que asuma el riesgo. Coberturistas, especuladores y arbitrajistas son las tres especies que conviven en los mercados de futuros.

Si por ejemplo compramos un futuro sobre Bitcoin, indica que como contraparte debe haber otra persona que nos ha vendido ese mismo contrato. La cotización del subyacente (Bitcoin) se moverá a favor de uno y en contra del otro, acorde al mercado de contado porque de eso se encargan los arbitrajistas. Es un saldo de suma cero, lo que el uno gana el otro pierde.

Futuros sobre Bitcoin

En consecuencia, si adoptamos una posición larga es porque alguien ha adoptado una posición corta. Esto hace más interesante la especulación sobre Bitcoin. A partir de ahora es más fácil adoptar posiciones cortas y especular a favor de una caída del precio. Además de utilizarse como cobertura de pérdidas y gestión de los riesgos.

El mercado de futuros del Bitcoin se detendrá una hora si la volatilidad alcanza el 20% (al alza o a la baja), como medida de protección, de este modo se le ha puesto un tope a los movimientos tan agresivos de este mercado.

Un aspecto a destacar es que en los futuros sobre Bitcoin no se entrega el activo al finalizar el plazo, no es entregable. Por tanto lo que se entrega es el dinero por la diferencia de precio entre la compra y el vencimiento (entrega por diferencias), pueden ser pérdidas o beneficios.

Otro aspecto interesante de los futuros es que son productos apalancados. Con una garantía para cubrir pérdidas se accede a una inversión  mucho mayor. No obstante las garantías exigidas para operar en el mercado de futuros sobre Bitcoin se sitúan alrededor de un 30%.

CFDs sobre Bitcoin

Antes de que salieran a la luz los futuros sobre el Bitcoin la forma para tradear o especular con este activo era a través de un Contrato por Diferencias (CFD).

Un CFD es un producto derivado del Bitcoin al contado (subyacente), un contrato establecido entre un inversor y una entidad financiera. La contrapartida la ofrece la entidad financiera, en caso de que sea un Market Maker (creador de mercado).

Si se accede a través de otra entidad que no sea un Market Maker, este tan sólo actúa como intermediario. El mercado lo establecen los Market Makers. Es un mercado descentralizado que no tiene cámara de compensación (mercado OTC). Con las mismas características que las ya vistas para el mercado de contado sobre el Bitcoin.

La parte positiva es que, si se sabe manejar muy bien el riesgo, los CFD ofrecen un apalancamiento más flexible que los futuros. También es una forma fácil de operar en corto.

No se trata del mercado real, es una réplica del mismo. Los contratos son simplemente un acuerdo para entregar la diferencia del precio entre la compra y la venta del subyacente. Los Market Makers no tienen porqué acceder al mercado real de contado y abrir nuestra posición, ellos son nuestra contrapartida.

La aparición de los futuros era la necesidad de creación de un derivado financiero que cotizase en un mercado organizado con su regulación, cámara de compensación y todas las demás garantías ofrece.

Mercado descentralizado

Riesgos de invertir en Bitcoin

Tanto los CFDs como los futuros son instrumentos apalancados. El apalancamiento puede multiplicar las ganancias, pero también multiplica el riesgo.

Si a esto le sumamos los riesgos de mercado que el Bitcoin tiene ya de por sí, el resultado puede ser muy desagradable si no se tienen los conocimientos y experiencia necesarios. Estamos tratando con un activo con un alto componente especulativo y a través de instrumentos de inversión altamente especulativos.

El Bitcoin se ha convertido en un producto para aquellos que tengan poca aversión al riesgo. Sólo los más atrevidos son capaces de especular con Bitcoin.

El riesgo de burbuja está presente. En el último año ha tenido un crecimiento exponencial, un comportamiento que recuerda mucho a las grandes burbujas de la historia.

Sólo como ejemplo podemos ver la corrección que ha sufrido. El 17 de diciembre de 2017 cotizaba a 19.891 dólares cuando comenzó a caer hasta los 10.718 dólares (el día 22 de diciembre). Una caída del 46% en tan sólo 6 días. Esto dejaría fuera de mercado a un inversor medio que no tenga unos sólidos conocimientos sobre gestión de riesgos.

 

Caída del Bitcoin (fuente: Investing)

En cuanto a la inversión propiamente dicha (sin intenciones especulativas), también tiene un alto componente de riesgo. Es posible que nuestros ahorros en Bitcoin puedan llegar a no valer nada. No existe garantía alguna de que se convierta en el depósito de valor de referencia. No se sabe cómo responderá en caso de colapso económico. Mientras que el oro ha demostrado su valía durante siglos de historia pasados.

Riesgos del Bitcoin

Uno de los mejores atributos que le atribuyen al Bitcoin es su intangibilidad y esto hacía pensar en su ausencia de riesgo de robo. Se ha demostrado que no es así. Una de las plataformas de compraventa de Bitcoin tuvo que declararse en bancarrota tras un pirateo y subsiguiente robo por segunda vez en un año. Nos referimos a la firma surcoreana Youbit.

A todo esto hay que sumarle que puede imponerse una regulación para su uso.  El hecho de de que tenga ausencia de control por parte de los organismos gubernamentales es tan sólo la capacidad del Bitcoin para no depender de ningún tipo de política monetaria. Sin embargo no significa que no se pueda regular su tráfico y uso mediante leyes.

Por lo pronto tan sólo se ha oído que el Banco Central Europeo considera la regulación de Bitcoin. En China prohibieron el uso de criptomonedas por considerarlas fraudulentas.

El imponer restricciones a su uso restará atractivo al Bitcoin para muchos inversores. Pudiendo provocar una salida en masa de inversores y desencadenar un pánico entre los especuladores.

El Bitcoin como inversión no es un producto apto para todo tipo de público. Tiene más complejidad de la que se puede pensar y esto precisamente es lo que se ha intentado demostrar en este post.

José Miguel Bastida 

 

Aviso

Los CFD son instrumentos complejos y tienen un alto riesgo de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. Entre el 74-89% de las cuentas de inversionistas minoristas pierden dinero al negociar CFDs. Debe considerar si entiende cómo funcionan los CFD y si puede permitirse el lujo de arriesgarse a perder su dinero